lunes, 10 de enero de 2011

¿EDUCAMOS ÁGUILAS O GALLINAS?

EL ÁGUILA-GALLO
Anónimo


Un hombre encontró un huevo de águila, lo llevó a su gallinero y lo dejó allí para que eclosionara. 
Pasados unas semanas, del huevo nació un aguilucho que inmediatamente se unió a los otros pollitos que nacieron en esas fechas.
El aguilucho creció creyendo que era un pollo y como tal se comportaba, escarbando en busca de alimento y cacareando como los demás en el gallinero.
Un día, levantó la mirada y, sobre su cabeza, vio unas aves magníficas que de manera majestuosa surcaban los aires. Se preguntó quiénes eran aquellos seres maravillosos que volaban tan alto y con tanta elegancia. Otro pollo, más viejo que él, le dijo:
    - Esas son águilas, las reinas de las aves, majestuosas e imponentes, dueñas del aire. Pero tú y yo somos diferentes: sólo somos unos pollos que no podemos ni soñar con ser como ellas.
Y el águila que se creía un pollo, siguió creyéndoselo y nunca remontó el vuelo.
No decidas lo que los niños pueden o no pueden llegar a hacer. 
Simplemente déjalos volar.