Jacques Busquet
Imagínese una escuela de natación que dedicara un año a enseñar anatomía y fisiología de la natación, psicología del nadador, química del agua y formación de los océanos, costos unitarios de las piscinas por usuario, sociología de la natación (natación y clases sociales), antropología de la natación (el hombre y el agua) y, desde luego, la historia mundial de la natación, desde los egipcios hasta nuestros días.
Todo esto, evidentemente, a base de cursos magistrales, libros y pizarras, pero sin agua.
En una segunda etapa se llevaría a los alumnos-nadadores a observar durante otros varios meses a nadadores experimentados.
Y después de esta sólida preparación, se les lanzaría al mar, en aguas bien profundas, un día de temporal de enero.
Como siempre, fabuloso.
ResponderEliminar¡Totalmente identificada!
ResponderEliminarSiempre dando en el clavo. ;)
ResponderEliminarQue razón tiene, yo tengo miedo de ahogarme entre los niños...
ResponderEliminary con un bañador turbo con tirantes !! :S
ResponderEliminarNo lo habrías explicado mejor. Suerte que, al menos, no todos los profesores se dedican a a dar clases magistrales puramente teóricas y sin funcionalidad alguna...
ResponderEliminarcreo que se trata de un acertado simil para describir como se siente un recien egresado de magisterio en su primer contacto real y en solitario frente a su clase.
ResponderEliminarEs cierto que podemos saber muy bien la teoría pero también lo es el hecho de que sin la teoría no podríamos ser ni la mitad de lo que se espera de nosotros.